Estos días el termómetro está subiendo más de la cuenta y el calor permite que aumente la pasión y la locura y mi mente ha comenzado a recorardar la película Largo y cálido verano en la sientes en tu propia piel ese calor y esa pasión que surge entre los protagonistas Paul Newman y Joanne Woodward, tal fue, que trascendió la pantalla y formaron una de las parejas más solidas del mundo hollywodiense hasta la muerte de uno de mis actores fetiches y el de la mirada más dulce y penetrante de la historia del cine.
El calor te hace hacer locuras y te embriaga de tal manera que te apetece tener una tórrida noche de amor con alguien que acabas de conocer y que tal vez no vuelvas a ver porque en eso radica su encanto.
El calor es propio para esas historias.
ResponderEliminarAunque prefiero la primavera y el otoño.
El invierno tampoco está mal.
Todo depende de uno. El tiempo te ayuda. Pero recuerda todo DEPENDE de NOSOTROS.